miércoles, 21 de enero de 2009

Cerca de 18 mil sexoservidoras en Q. Roo podrían estar contagiadas

08 de Enero del 2009 | 11:52

Por: Solveig Paz Paredes/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- La falta de control de los prostíbulos disfrazados de SPAs, casas de masaje y antros clandestinos, que muchas veces son propiedad de funcionarios, impide el control sanitario de las mujeres que ejercen la prostitución en el municipio, por lo que la situación podría desembocar en un serio problema de salud.

Regulación Sanitaria sólo tiene contemplado en su padrón un universo de 20 antros de Solidaridad donde se ejerce la prostitución.

La Secretaría de Salud del Estado (Sesa), a través del Hospital Integral hace un chequeo semanal a las sexoservidoras para revisar y prevenir enfermedades venéreas, incluso alguna que sea terminal como el VIH/Sida.

Pero el nosocomio sólo tiene registro de 466 prostitutas en todo el municipio, de las cuales 71 mujeres se incorporaron a ese "oficio" de septiembre a la fecha.

Sólo una minoría respeta la regulación sanitaria


De acuerdo con datos de Sesa, hasta octubre pasado se presumía que en la entidad había cerca de 20 mil prostitutas, de las cuáles sólo 10 por ciento, equivalente a mil 899 sexo servidoras cuentan con tarjeta de salud vigente.

Se estima que hay cerca de 18 mil prostitutas en Quintana Roo de quienes no se lleva control porque laboran de manera clandestina, sobre todo en negocios disfrazados como SPAs, bares, hoteles, servicio a domicilio, casas de citas, entre otros.

El hecho de que las autoridades no tengan control sanitario de ellas, mantiene latente el riesgo de una epidemia de enfermedades de transmisión sexual e incluso proliferación del VIH/Sida, en la entidad.

En el caso concreto del municipio de Solidaridad, de manera extraoficial, se presume que existen más de mil prostitutas, de las cuales sólo 466 se preocupan por llevar a cabo su revisión médica en el Hospital Integral. Las restantes trabajan sin revisar su estado de salud, y muchas de ellas no exigen o no logran convencer al “cliente” del uso de condón para prevenir contagios.

Amplia oferta sexual

Estos casos son más comunes entre las sexo servidoras que atienden a trabajadores de la construcción y sectores populares con baja capacidad de recursos, a quienes cobran desde 100 hasta 250 pesos, en tanto que otras mujeres que "trabajan" con las clases media y media alta, cobran de 500 hasta 2 mil pesos.

Para el turismo extranjero y nacional también hay oferta sexual de acuerdo con sus posibilidades económicas y gustos.

En "Chilis Willis" se cobra de 3 mil pesos en adelante y la mayoría de las mujeres a las que se prostituye en ese lugar son extranjeras, sobre todo brasileñas y argentinas.

Para evadir a la justicia y a las autoridades migratorias, el negocio se amparó contra todas las dependencias. Así evita inspecciones permanentes.

Lo mismo sucede con el antro llamado "Marlin", donde también "manejan" prostitutas extranjeras y se cobra una cuota similar a la del "Chilis Willis".

Otros conocidos antros de menor categoría donde hay presencia de sexo servidoras son “El Cheff”, que se ubica en la colonia Luis Donaldo Colosio y es frecuentado por chiapanecos y constructores, quienes pagan cuotas de 150 a 250 pesos, éstas incluyen cuarto y colchón.

El “Tiki Tiki” es un antro disfrazado de bar familiar donde se sabe que se ejerce el viejo oficio; a éste se suman otros lugares "reconocidos en la ciudad" como "El Malibú", "La Hueva", "La Popa Cubana", "Bartolos", "Scort Palace" y "La Marimba", entre otros.

De acuerdo con información proporcionada por el coordinador de Regulación Sanitaria, Eddie Villanueva Marrufo, en el municipio Sesa sólo tiene registro de cerca de 20 antros donde se practica la prostitución.

Antros son propiedad de servidores públicos


El funcionario reconoció que no hay control de los lugares donde los prostíbulos funcionan de manera disfrazada, ya que generalmente no dan sus direcciones. La nueva modalidad para ejercer ese oficio es mediante una llamda telefónica, y así envían a un hotel o domicilio a alguna chica acorde con la solicitud del “cliente”.

Villanueva Marrufo destacó que la dependencia no realiza operativos en estos lugares sino verificaciones de carácter integral, pues revisan también que el lugar respete el reglamento sanitario en cocinas, pisos, higiene, agua potable, entre otros aspectos.

Cuando se detecta a alguna matrona sin tarjeta de salud actualizada, la remiten a Sesa. De ahí que reconozca el funcionario que no existe control real de las sexo servidoras.

A ello hay que agregar que gran cantidad de antros de este tipo pertenecen a funcionarios de los tres niveles de gobierno, lo que permite que las autoridades competentes guarden sepulcral silencio y los funcionarios cuestionados finjan demencia o simplemente respondan que ellos rentan el lugar a particulares.


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